Verano y otras aventuras

Según mis estadísticas, las vacaciones de verano son la primera causa de muerte por aburrimiento en el mundo occidental. También son las responsables de que el tráfico en las redes sociales aumente, de que nuestras prendas de ropa más utilizadas sean el pijama y el bañador, y de que los reporteros televisivos tengan que despelazarse a las costas para dar la correspondiente noticia de la subida de las temperaturas.

Ciudades fantasmas y pueblecitos que se vuelven fiesteros. Turistas disfrazados de cangrejos luciendo calcetines y sandalias. Maletas que viven increíbles aventuras en los aeropuertos. Noches de insomnio y calor tan largas, que parecen abrir una brecha en el contínuo espacio-tiempo. Y después... Vuelta a soñar con el fin de semana.

Pero yo te digo que ése no ha sido tu verano. Tu verano ha sido esa noche que te quedaste embobado mirando las estrellas. Tu verano ha sido esa sonrisa que le sacaste a un niño pequeño en la piscina. Esas risas con tus amigos. Ese libro tan increíble que te atrapó desde el principio. Esa puesta de sol que parecía sacada de la eternidad...

Quizá quede poco verano como para reflexionar acerca de nuestra monotonía pero, recuerda que son los pequeños placeres e ilusiones los que realmente dan color a la vida. Colorea tu verano.

Ah, y otra cosa: Hace un día increíble. Cierra el ordenador, quítate el pijama y ponte mejor el bañador. Sal. Y no vuelvas por unas horas. Ríe, admira, camina, cánsate, haz fotos, canta, escucha música, lee un buen libro. Vive y disfruta de tu vida, porque nadie podrá hacerlo por ti.

Si pruebas, te volverás adicto.

Y recuerda... también la vida es un Juego de Letras.