miércoles, 29 de agosto de 2012

Diferentes

Hace tiempo llevo pensando que ser diferente se ha vuelto algo absolutamente normal. Ahora es una moda. Una realidad constante que intuimos casi obligatoria. Pero no, en realidad son muy pocos los verdaderamente diferentes al resto.

Ser diferente no consiste en escribir en tu biografía de Twitter que lo eres. Ni en hacerte fotografías con gafas de hipster. Ni en llamar la atención por la calle. Ni en comportarte con mucha excentricidad...

Más bien consiste en una actitud para con la vida que con el tiempo se asume como necesaria. Es tener una personalidad fuerte y única, y no ocultarla. Hacer ciertas cosas a pesar de que los demás no lo entiendan o no encuentren motivos aparentes que lo justifiquen. Actuar para tu propia satisfacción y no para la aprobación ajena. Caminar por el mundo cantando tu propia canción, sin que necesariamente los demás deban darse cuenta de ello.

No es ser excesivamente extravagante o bohemio. No es tener música que nadie conoce en el ipod. Tampoco tener millones de amigos y sus teléfonos.

No dudes en ser diferente, pero no renuncies para ello a ser tú mismo. Ambas cosas no están reñidas; al contrario, es algo en realidad del todo natural. En ocasiones es mejor dejarnos seducir por lo que consideramos inevitable en nuestro interior, porque es nuestro verdadero yo el que nos habla -eso sí- a través de un sincero y a la vez divertido Juego de Letras.


1 comentario:

  1. El artículo para mi mejor y más en consonacia con la realidad actual de nuestra sociedad, que quiere ser diferente, pero confunde las orillas.
    cada día te superas un poco más...

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